Ingredientes para 12 raciones:
Molde
redondo desmontable de 23 cm
PARA EL
BIZCOCHO GENOVES:
5 huevos
L
180 gr de
azúcar
200 gr de
harina floja de repostería
90 gr de
mantequilla (fundida y enfriada previamente)
pizca de
sal
1 c/ café
de levadura química Royal
PARA EL
ALMÍBAR:
125 gr de
azúcar
125 gr de
agua
un
chorrito de zumo de limón
2-3
chupitos de ron o Cointreau
PARA EL
RELLENO:
1.200 gr
de nata líquida para montar de 35-38 % de MG (bien fría de la nevera 24 horas
antes)
130 gr de
azúcar (yo siempre pongo poco azúcar, pero si os gusta muy dulce poner 180 gr)
4-6
cucharaditas de extracto de vainilla
2
cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (Chocolate Valor) unos (20 gr)
PARA LA
COBERTURA DE YEMA TOSTADA:
3 yemas
de huevo L
5 gr de
maicena (almidón de maíz)
130 gr de
azúcar
45 gr de
agua
1/2
cucharadita de postre de extracto de vainilla natural
Un chorro
de zumo de limón
Elaboración:
Esta
tarta es mejor hacerla 2 días antes de disfrutarla.
El primer
día Preparamos el bizcocho:
Precalentamos
el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.
Engrasamos
un molde desmontable con espray desmoldable o sino con mantequilla, espolvoreamos
con harina y volteamos para retirar el exceso. Reservamos.
Tamizamos
la harina, reservamos. En el bol del robot de cocina que tengáis o de una
batidora, añadimos los huevos junto con el azúcar y la sal. Batimos, aumentando
progresivamente la velocidad sin llegar a la máxima, hasta que esté blanquecida
la mezcla y conseguimos el punto de cinta (que consiste en dejar caer la masa y
tiene que hacer la forma de cinta).
Añadimos
la harina poco a poco a medida que integramos con movimientos envolventes
ayudándonos de una espátula de silicona.
Incorporamos
la mantequilla e integramos de nuevo con movimientos envolventes y suaves.
Vertemos
la mezcla en el molde, golpeamos con suavidad para asentar la masa e
introducimos en el horno a media altura. Horneamos durante 20-30 minutos o hasta
que pinchando con un palillo en el centro este salga limpio.
Sacamos
del horno, dejamos reposar durante 15 minutos y desmoldamos.
Dejamos
enfriar completamente sobre una rejilla.
Una vez
que haya enfriado por completo, envolvemos con film y refrigeramos hasta el día
siguiente.
Preparamos
el almíbar: Mezclar
el agua con el azúcar y poner al fuego
hasta la ebullición, una vez ha hervido, apagamos el fuego y dejamos que enfríe
por completo.
Introducimos
el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo, añadimos el licor elegido ron
o el Cointreau y cerramos y agitamos bien el biberón para mezclar bien.
Reservamos a temperatura ambiente. (Si lo van a tomar los niños la tarta
podéis poner el licor en el momento de hervir y dejar hervir 2-3 minutos y se
evaporara el alcohol)
El
segundo día: Preparamos la nata montada:
El bol
donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio
e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la
nata.
Vertemos
la nata en el bol frío y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a
velocidad 1. Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a
poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual, pero
sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.
Cuando
tengamos una nata un poco firme, añadimos la vainilla y seguimos montando.
Batimos
hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla,
porque si nos pasamos haremos mantequilla…
Dividimos
la nata en 2 partes. Cogemos 350 gr de nata y la ponemos en un bol y le luego le
añadimos el cacao en polvo, y el resto lo guardamos para rellenar el interior
de la tarta y decorar el exterior.
Añadimos el
cacao en polvo a los 350 gr de nata montada. Integramos primero con movimientos
suaves para evitar que se forme una nube de cacao, después terminamos de batir
con las varillas eléctricas.
Cubrimos
los dos boles con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a decorar la
tarta.
Rellenamos
la tarta:
Con ayuda
de una lira cortamos
el bizcocho en 3 partes iguales.
Colocamos
el primer bizcocho y humedecemos bien con el almíbar. Para evitar que el
bizcocho se mueva sobre el disco, podemos colocar una pequeña cantidad de
trufa en medio de la base de la tarta.
Truco: También si poneis como es mi caso la tarta sobre una
blonda para evitar que se mancha la blonda poneis una tira de papel de aluminio
que entre un poco debajo del contorno del primer disco de bizcocho y asi después
de hacer el relleno final se quita fácilmente y no queda mancha en la blonda.
Disponemos
una primera capa con la nata de cacao, utilizaremos toda la cantidad que hemos
hecho.
Colocamos
otro disco de bizcocho, presionamos con suavidad y volvemos a humedecer con el almíbar.
Ponemos encima la misma cantidad de nata montada que antes ósea 350 gr (y el
resto de la nata ( 500 gr) la guardamos en la nevera para la decoración final),
y repartimos uniformemente como hemos hecho antes con la capa de trufa.
Colocamos
el último disco de bizcocho, presionamos con cuidado y humedecemos de nuevo con
el almíbar. Esta última capa lo humedeceremos un poco menos que los
anteriores.
Con ayuda
de una espátula, alisaremos los bordes con el excedente de relleno.
Refrigeramos
la tarta mientras preparamos el dulce de yema.
Preparamos
el dulce de yema:
En un
cazo añadimos el agua junto con el azúcar, el zumo de limón y la vainilla.
Colocamos a calor medio alto y dejamos que llegue a ebullición. Una vez que
rompa a hervir, bajamos a calor bajo y dejamos durante 5 minutos.
Apagamos
el fuego y dejamos reposar durante 3-4 minutos para que temple ligeramente.
Mientras,
batimos las yemas con la maicena hasta homogeneizar por completo.
Vertemos
el almíbar en un hilo fino y continuo a la vez que mezclamos con las varillas. No
dejéis de remover para evitar que puedan formarse grumos.
Colocamos
el bol con las yemas al baño María, con un calor medio bajo, y batimos
constantemente con ayuda de unas varillas hasta que espese. Nos llevará unos
10-15 minutos.
Retiramos
el cuenco del calor. Y dejamos enfriar unos 5 minutos y removiendo de vez en
cuando para evitar que se forme costra.
Con ayuda
de una cuchara vertemos el dulce de yema en la superficie de la tarta. Nos
ayudaremos con una espátula para extenderla procurando llegar a los bordes de
la tarta. Hay que hacerlo rápido porque se espesa también muy rápido. Ponerla
en la nevera unos 15 minutos para que se enfrié la capa de yema y luego sacar
de la nevera y espolvoreamos la superficie con azúcar y caramelizamos con ayuda
de un soplete o pala de quemar.
Refrigeramos
durante 10-15 minutos.
Terminamos
de decorar.
Ponemos
el resto de nata en una manga pastelera con una boquilla de estrella. Decoramos
todo el contorno lateral haciendo líneas verticales de nata y luego el borde
superior. Refrigeramos durante 4-6 horas antes de servirla. Yo prefiero dejarla
hecha la tarta la noche antes y luego unas 2-4 horas antes de degustarla la
acabo de decorar con la manga pastelera de la nata por el contorno y el borde
superior.
Como bien dice la Eva esta tarta es perfecta para disfrutar durante el fin de semana, llevarla como postre a casa de unos amigos o familiares, A pesar de ser un clásico, es de ese tipo de tartas que nunca fallan, quedan bien y sobre todo gustan mucho.
Receta de
Eva bake-street
al que he adaptado un poco a mis gustos. En su receta podéis ver su fantástico
vídeo de su receta.
Qué pinta tiene!. Tiene que estar buenísimo!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Deliciosa esta tarta, una de mis preferidas.
ResponderEliminarPetons
Maravillosa receta y súper bien explicada. Gracias
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