8 de octubre de 2020

Tarta de San Marcos








Ingredientes para  12 raciones:

Molde redondo desmontable de 23 cm

PARA EL BIZCOCHO GENOVES:

5 huevos L

180 gr de azúcar

200 gr de harina floja de repostería

90 gr de mantequilla (fundida y enfriada previamente)

pizca de sal

1 c/ café de levadura química Royal

PARA EL ALMÍBAR:

125 gr de azúcar

125 gr de agua

un chorrito de zumo de limón

2-3 chupitos de ron o Cointreau

PARA EL RELLENO:

1.200 gr de nata líquida para montar de 35-38 % de MG (bien fría de la nevera 24 horas antes)

130 gr de azúcar (yo siempre pongo poco azúcar, pero si os gusta muy dulce poner 180 gr)

4-6 cucharaditas de extracto de vainilla

2 cucharadas de cacao en polvo sin azúcar (Chocolate Valor) unos (20 gr)

PARA LA COBERTURA DE YEMA TOSTADA:

3 yemas de huevo L

5 gr de maicena (almidón de maíz)

130 gr de azúcar

45 gr de agua

1/2 cucharadita de postre de extracto de vainilla natural

Un chorro de zumo de limón

Elaboración:

Esta tarta es mejor hacerla 2 días antes de disfrutarla.

El primer día Preparamos el bizcocho:

Precalentamos el horno a 180ºC con calor arriba y abajo.

Engrasamos un molde desmontable con espray desmoldable o sino con mantequilla, espolvoreamos con harina y volteamos para retirar el exceso. Reservamos.

Tamizamos la harina, reservamos. En el bol del robot de cocina que tengáis o de una batidora, añadimos los huevos junto con el azúcar y la sal. Batimos, aumentando progresivamente la velocidad sin llegar a la máxima, hasta que esté blanquecida la mezcla y conseguimos el punto de cinta (que consiste en dejar caer la masa y tiene que hacer la forma de cinta).

Añadimos la harina poco a poco a medida que integramos con movimientos envolventes ayudándonos de una espátula de silicona.

Incorporamos la mantequilla e integramos de nuevo con movimientos envolventes y suaves.

Vertemos la mezcla en el molde, golpeamos con suavidad para asentar la masa e introducimos en el horno a media altura. Horneamos durante 20-30 minutos o hasta que pinchando con un palillo en el centro este salga limpio.

Sacamos del horno, dejamos reposar durante 15 minutos y desmoldamos.

Dejamos enfriar completamente sobre una rejilla.

Una vez que haya enfriado por completo, envolvemos con film y refrigeramos hasta el día siguiente.

Preparamos el almíbar: Mezclar el agua con el   azúcar y poner al fuego hasta la ebullición, una vez ha hervido, apagamos el fuego y dejamos que enfríe por completo.

Introducimos el almíbar en un biberón con ayuda de un embudo, añadimos el licor elegido ron o el Cointreau y cerramos y agitamos bien el biberón para mezclar bien. Reservamos a temperatura ambiente. (Si lo van a tomar los niños la tarta podéis poner el licor en el momento de hervir y dejar hervir 2-3 minutos y se evaporara el alcohol)

El segundo día: Preparamos la nata montada:

El bol donde montemos la nata debe estar frío. Os recomiendo utilizar uno de aluminio e introducirlo en el congelador 20 minutos antes de disponernos a montar la nata.

Vertemos la nata en el bol frío y comenzamos a montar con unas varillas eléctricas a velocidad 1. Una vez que comience a tomar cuerpo, añadimos el azúcar poco a poco y sin dejar de batir. Aumentaremos la velocidad de manera gradual, pero sin llegar nunca a la máxima. Lo ideal es una velocidad media.

Cuando tengamos una nata un poco firme, añadimos la vainilla y seguimos montando.

Batimos hasta que obtengamos una nata con mucho cuerpo. Cuidado de no sobre batirla, porque si nos pasamos haremos mantequilla…

Dividimos la nata en 2 partes. Cogemos 350 gr de nata y la ponemos en un bol y le luego le añadimos el cacao en polvo, y el resto lo guardamos para rellenar el interior de la tarta y decorar el exterior.

Añadimos el cacao en polvo a los 350 gr de nata montada. Integramos primero con movimientos suaves para evitar que se forme una nube de cacao, después terminamos de batir con las varillas eléctricas.

Cubrimos los dos boles con film y refrigeramos hasta el momento que vayamos a decorar la tarta.

Rellenamos la tarta:

Con ayuda de una lira cortamos el bizcocho en 3 partes iguales.

Colocamos el primer bizcocho y humedecemos bien con el almíbar. Para evitar que el bizcocho se mueva sobre el disco, podemos colocar una pequeña cantidad de trufa en medio de la base de la tarta.

Truco: También si poneis como es mi caso la tarta sobre una blonda para evitar que se mancha la blonda poneis una tira de papel de aluminio que entre un poco debajo del contorno del primer disco de bizcocho y asi después de hacer el relleno final se quita fácilmente y no queda mancha en la blonda.



Disponemos una primera capa con la nata de cacao, utilizaremos toda la cantidad que hemos hecho.

Colocamos otro disco de bizcocho, presionamos con suavidad y volvemos a humedecer con el almíbar. Ponemos encima la misma cantidad de nata montada que antes ósea 350 gr (y el resto de la nata ( 500 gr) la guardamos en la nevera para la decoración final), y repartimos uniformemente como hemos hecho antes con la capa de trufa.

Colocamos el último disco de bizcocho, presionamos con cuidado y humedecemos de nuevo con el almíbar. Esta última capa lo humedeceremos un poco menos que los anteriores.

Con ayuda de una espátula, alisaremos los bordes con el excedente de relleno.

Refrigeramos la tarta mientras preparamos el dulce de yema.

Preparamos el dulce de yema:

En un cazo añadimos el agua junto con el azúcar, el zumo de limón y la vainilla. Colocamos a calor medio alto y dejamos que llegue a ebullición. Una vez que rompa a hervir, bajamos a calor bajo y dejamos durante 5 minutos.

Apagamos el fuego y dejamos reposar durante 3-4 minutos para que temple ligeramente.

Mientras, batimos las yemas con la maicena hasta homogeneizar por completo.

Vertemos el almíbar en un hilo fino y continuo a la vez que mezclamos con las varillas. No dejéis de remover para evitar que puedan formarse grumos.

Colocamos el bol con las yemas al baño María, con un calor medio bajo, y batimos constantemente con ayuda de unas varillas hasta que espese. Nos llevará unos 10-15 minutos.

Retiramos el cuenco del calor. Y dejamos enfriar unos 5 minutos y removiendo de vez en cuando para evitar que se forme costra.

Con ayuda de una cuchara vertemos el dulce de yema en la superficie de la tarta. Nos ayudaremos con una espátula para extenderla procurando llegar a los bordes de la tarta. Hay que hacerlo rápido porque se espesa también muy rápido. Ponerla en la nevera unos 15 minutos para que se enfrié la capa de yema y luego sacar de la nevera y espolvoreamos la superficie con azúcar y caramelizamos con ayuda de un soplete o pala de quemar.

Refrigeramos durante 10-15 minutos.

Terminamos de decorar.

Ponemos el resto de nata en una manga pastelera con una boquilla de estrella. Decoramos todo el contorno lateral haciendo líneas verticales de nata y luego el borde superior. Refrigeramos durante 4-6 horas antes de servirla. Yo prefiero dejarla hecha la tarta la noche antes y luego unas 2-4 horas antes de degustarla la acabo de decorar con la manga pastelera de la nata por el contorno y el borde superior.

Como bien dice la Eva esta tarta es perfecta para disfrutar durante el fin de semana, llevarla como postre a casa de unos amigos o familiares, A pesar de ser un clásico, es de ese tipo de tartas que nunca fallan, quedan bien y sobre todo gustan mucho.

Receta de Eva bake-street al que he adaptado un poco a mis gustos. En su receta podéis ver su fantástico vídeo de su receta.


3 comentarios:

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.